Toda empresa tiene algunos puntos débiles que, si son tratados por especialistas, pueden mejorar sus resultados a corto plazo. Todos desean eso. Sin embargo, pocos de nosotros han trabajado con determinación y obstinación para que resultados extraordinarios sean asegurados eternamente por nuestras empresas. Existen tres puntos importantes que, si son trabajados continuamente, aseguran esos resultados: liderazgo, conocimiento técnico y método.
Uno de esos puntos es el liderazgo. Liderazgo significa no apenas las personas de los líderes, sino también todo aquello que se refiere a personas que denomino “contenido del liderazgo”. Reclutar, evaluar y seleccionar a las mejores personas disponibles para e tipo de trabajo de tu empresa es construir la base para la construcción futura de un excelente desempeño. Busca a los mejores con una lupa. Educar y capacitar a esas personas, seleccionando, para promoción, siempre a los mejores, basados en la meritocracia.
Si haces esto continuamente durante un largo tiempo, promoviendo siempre a aquellos que “alcancen las metas, con su equipo y de manera ética”, habrás montado una verdadera fábrica de líderes competentes y éticos que asegurarán el futuro de tu organización y los resultados extraordinarios. La meritocracia es un concepto que todo el mundo apoya por ser políticamente correcto, sin embargo, el día que promuevas a una persona de forma inmerecida por ser su amigo, compatriota o pariente, estarás destruyendo la confianza entre las personas para siempre y perdiendo, a mediano plazo, tus mejores valores. Es como romper una copa de cristal: no tiene arreglo.
Una persona mal preparada y sin el talento necesario para un cargo de liderazgo le cuesta muy caro a cualquier organización, no por causa del salario que gana, sino por las pérdidas que genera a lo largo de los años. Resumiendo: que la tarea de armar un equipo extraordinario sea una actividad constante, eterna y de ciclo anual. ¡Algunos líderes extraordinarios que conozco, ocupan por lo menos la mitad de su tiempo con este tema!
Otro punto importante es el conocimiento técnico. Cada cargo de tu organización, desde el operario al presidente, exige un contenido de conocimiento técnico diferente. Si trabajas en el marketing, intenta saber todo sobre ese tema. Si operas una máquina, sé el mejor operador del mundo de aquella máquina. Si trabajas en el sector de finanzas, aprende todo sobre él.
El conocimiento técnico es adquirido por educación y capacitación, por experiencia en el cargo o trayendo a alguien, experto en la materia, para ayudarte. Ese conocimiento técnico tiene algunas características interesantes. Una de ellas es que lo puedes adquirir gratuitamente o comprarlo en cualquier lugar del mundo. Busca siempre lo mejor.
Si necesitas mejorar un área de tu empresa, intenta saber cuál es el conocimiento necesario y búscalo, en cualquier lugar del mundo. Otra característica es que ese conocimiento puede ser guardado. Existe una parte de ese conocimiento, llamada conocimiento explícito, que puede ser escrita por estándares o manuales para ser enseñada a otras personas. Otra parte, denominada conocimiento tácito (por ejemplo, el conocimiento de andar en bicicleta), que no puede ser escrita, es guardada en la mente de las personas. Esto nos lleva a la conclusión de que debemos tener una estandarización perfecta en la empresa, así como un esfuerzo continuo para tener un recambio de personal lo más bajo posible.
Cuando alguien sale de tu empresa, equivale a una fuga de conocimiento. Otra característica del conocimiento técnico es que él es cumulativo. Cuanto más tiempo una persona permanece en tu empresa, ella conoce más sobre el negocio. Un recambio elevado de personas puede ser muy perjudicial a tu organización.
Finalmente, el último punto importante es el conocimiento gerencial o método. La palabra método significa camino hacia la meta. Equivale a una serie de técnicas y sistemas que asegura que todos trabajen en la misma dirección y hablando una misma lengua. Es un conjunto de procedimientos que debe ser aprendido por todos y practicado con disciplina.
Por ejemplo: cómo determinar las oportunidades de ganancias, cómo establecer metas, cómo conducir análisis de informaciones, cómo armar un plan de acción, cómo asegurar la ejecución del plan, cómo establecer estándares, cómo alterar el sistema de estandarización, cómo gestionar proyectos, como establecer el camino futuro de la empresa, cómo manejar las operaciones, entre otros. A todo esto denominamos gestionar. Gestionar es alcanzar metas o resolver problemas.
El gran obstáculo en este punto es que muchas personas creen que ya saben gestionar y no tienen apertura para aprender las cosas simples que podrán modificar su empresa para mejorarla considerablemente. Quien no tiene humildad no aprende. Cierta vez, estaba intentando vender un proyecto en una empresa grande y el director que negociaba conmigo quería reducir el alcance del proyecto para reducir su precio. Entre otras cosas, me dijo que no necesitaba que nuestros consultores le enseñasen a su personal a realizar un plan de acción, porque eso era una cosa simple y todos sabían hacerlo. Le pregunté si me permitiría conversar con parte del personal para saber si eso era verdad (con apenas dos o tres preguntas sé si una persona realmente sabe o no). ¡Llegué a la conclusión que el 70% nunca había realizado un plan de acción en su vida!
Esta es la dificultad: las personas creen que ya saben hacer un plan de acción, pero nunca lo hicieron. Lucha para poseer la práctica más competente del método en tu empresa. No dejes eso de lado. Invierte en esto. Las empresas que trabajan el método por un largo tiempo tienen una generación de caja bastante superior a la media de su sector.